Erase una vez una mujer muy vital y soñadora.
Con sus libros vivía en su propio mundo.
Adoraba mirar el cielo estrellado por las noches, nadar en el mar, oler la lluvia, sentir el viento en su piel, recibir el sol… Hablaba con los animales , y le encantaba estudiar las estrellas y la naturaleza humana.
Un día, paseando distraída mirando la belleza de las flores y los pajaritos, se sintió atraída por los arboles del bosque.
Y allá que fue. Era todo tan emocionante…la verdad, el bosque no parecía tan peligroso y aterrador, a pesar de que a veces se acordaba de las palabras de sus padres, que ella no seria capaz de salir del bosque con vida.
Pasado un tiempo, se olvidó de ella misma. No se acordaba de donde vivía, quien era , y su estrategia de supervivencia era camuflarse y volverse invisible. Parecía funcionar, aunque a veces sentía un vacío en el estomago.
Un día conoció a un lobo. Era un lobo muy sabio. Con sus ansias de aprender, le escuchaba a todas horas. Se sentía segura y protegida.
Los animales del bosque le recordaban que era un astuto lobo, pero esta mujer era confiada e inocente.
Un animal tan sabio y al que cuidaba tan bien no podía ser que le hiciera daño. Era tan hermoso, tan inteligente, con tanta experiencia de la vida…le había defendido de otras criaturas.
Sin darse cuenta, se iba adentrando en la oscuridad del bosque. Cada vez había menos luz, y sentía más miedo, pero allí estaba el lobo con ella.
El lobo la distraía con sus palabras , hipnoticas, y ella cada vez se sentía más perdida , cansada y a ratos incluso enfadada, no sabía ni por qué.
Un día le dijo al lobo que quería irse. Encontrarse a si misma. Quería salir de la oscuridad del bosque por si misma..
En realidad había descubierto que el lobo la engañaba. La estaba alejando cada día mas de su camino. Se aprovechó de su inocencia y de su bondad.
Fue muy doloroso darse cuenta que ella misma se había engañado y el lobo , pues eso, era un lobo.
Descubrió que la belleza, la sabiduría y el amor que veía en los demás, también estaban en ella.
Se dio cuenta que le disgustaba muchísimo hacer lo que no quería hacer, y que a pesar de su apariencia dulce y bondadosa, detestaba obedecer.
Estaba decidida a ser libre, a confiar en ella misma, a retomar su camino y hacer lo que mejor sabía hacer : acompañar a los demás a descubrir su propósito, su color, su esencia. Ella comprendía que cada persona es única y, al mismo tiempo se sentia parte de ella.
Conocía las estrellas, y veía lo que otras personas no podían ver. Había experimentado la alegría y el dolor, y ahora estaba conectada con ella misma y sus deseos. Y lo mas importante : conectaba emocionalmente con los demás, porque era real.
Ahora sabía que era una Super Star, la protagonista de su vida, y se hacia cargo de todo lo relacionado con su bienestar y alegría.
Y cuando lo hizo, se sintió increíblemente capaz, valiente, generosa, con autoridad , llena de energía y de luz.
Se había transformado en una mujer sabia, que cuidaba de si misma. Autentica.
Ya no tenia que esconderse en el bosque.
El mundo la necesitaba. Y lo que ella podía ofrecer era algo de mucho valor. Era capaz de ayudar a que encontraras tu tesoro.
Encontró a otras mujeres por el camino , mujeres conscientes, que querían auto realizarse y vivir en plenitud.
Y por eso creó La Tribu de las Estrellas. De las Super Estrellas.
No puedo estar mas agradecida con la vida.
Julia Herrera
Psicoterapeuta humanista y Counsellor Gestalt
Astróloga sistémica
Orientadora espiritual
Directora de La brújula de Julia
