A través del árbol familiar, los seres humanos comparten una extraordinaria historia de la evolución en la Tierra.
El árbol es un símbolo viviente de nuestra herencia y del flujo continuo de amor y la luz de nuestros antepasados, que nos nutre y nos guía de generación en generación.
Cuidar las familias y sus arboles es una manera de servir a la humanidad y su evolución consciente. Con el compromiso de promover la paz ya que creo en el amor y la bondad humanas me siento como una guía,un faro de luz para la evolución de la humanidad
Donde ponemos nuestra atención y energía ahora es lo que echara raíces y florecerá mañana. Cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de actuar ahora en nuestro jardín,en nuestra familia .El regalo más grande que nosotros mismos podemos hacer al mundo es aumentar nuestra conciencia y nuestro amor a nuestra familia, y a las futuras generaciones de hijos

Los comportamientos (programas) de los antepasados se heredan hasta la tercera generación, cuando eres consciente de eso y cambia tu actitud interior profunda puedes reparas eso, y liberarte de programas y tambien a tus hijos. Es una oportunidad maravillosa, es un acto de amor INMENSO…
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«… Quedamos amarrados a la familia sin posibilidad de expandirnos.
Todo nudo puede afectarnos a distintos niveles: intelectual, emocional, libidinal y corporalmente.
A nivel intelectual lo más importante es mantener las ideas de la familia. Sus ideas políticas, religiosas y su lengua. El “incesto intelectual” es nacionalista, todos son del “terreno”.

A nivel emocional quedamos atrapados en los sentimientos de la familia. Sentir igual que la familia, nos emocionamos con los mismos estímulos. Incluso puede que no tengamos pareja a causa de que estamos enamorados de nuestra madre/padre. Gran parte del dolor emocional es producto del “incesto emocional” no resuelto.

Veamos cómo nos afecta este nudo a nivel libidinal (creativo-sexual), recordando que la expresión del amor la aprendemos de nuestros padres. Puede ocurrir que queramos emparejarnos con alguien que se parezca a nuestra madre o a nuestro padre: en el físico, en el nombre, que tenga la misma profesión (Pero sin superarlo: padre médico, pareja enfermero) Puede que busquemos una pareja con una gran diferencia de edad, o que sea de una cultura y raza diferente a la nuestra…

Pasemos a ver la forma de operar del “incesto corporal” o material. Lo podemos identificar cuando vivimos en una casa que se parece a la de nuestros padres. Puede que heredemos esa casa que nos atrapa, o los muebles de la familia. También si vivimos en la misma casa que el padre/madre. O si nuestra ocupación consiste en cuidar ancianos
Como niños sólo conocemos el dinero que nuestros familiares nos dan, lo que nos crea el hábito de pedir. Más tarde, incapaces de alcanzar la madurez continuamos pidiendo a instituciones gubernamentales: becas, premios, jubilaciones, etc.

Cerremos este artículo con una última reflexión de Jodorowsky: “Hasta que no ganamos dinero usando nuestro talento creativo no podemos considerarnos adultos”

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